Reconocimientos
El Padre Humberto tiene la convicción que el arte y la cultura son fundamentales para el crecimiento integral de las personas. Considera que la promoción de estas áreas no solo enriquece el espíritu, sino que también fortalece los lazos comunitarios y fomenta el respeto y la comprensión mutua. En este sentido, la de este promotor cultural misión ha sido integrar el arte y la cultura en la vida cotidiana de los habitantes de Saltillo, asegurando que todos tengan acceso a estas expresiones de belleza y creatividad.
A lo largo de su vida, Humberto se ha destacado no solo por su labor religiosa sino también por su compromiso con la promoción del arte y la cultura. En 1966, se unió a la Catedral de Santiago en Saltillo, donde llevó a cabo una restauración total de la catedral en colaboración con la Asociación de Arte y Cultura. Su esfuerzo transformó la catedral en un espacio de expresión religiosa y artística para los habitantes de Saltillo.
En 1980 fundó la Escuela Especial de Catecismo para Niños con Discapacidad, y contribuyó a la educación de numerosos niños y sus familias. También realizó estudios de actualización en Derecho Canónico y Posgrado en Renovación Jurídica en la Universidad Lateranense de Roma en 1976. A lo largo de los años, el padre Humberto ha recibido varios reconocimientos por su labor, incluyendo la "Presea IMARC al mérito comunitario 2004" y la "Presea Saltillo 2006". También recibió el homenaje de Radio Concierto al felicitarlo en su programa "Profeta en tu Tierra", además de otras preseas de distintas instituciones saltillenses.
Humberto A. González Galindo ha dejado una huella indeleble en la comunidad de Saltillo, no solo como sacerdote, sino también como promotor cultural. Su vida y obra son un testimonio de su pasión por el arte, la cultura y el servicio a los demás.
El padre Humberto siempre ha sido un faro de apoyo desde los albores de la fundación del Colegio de San José. Siempre atento a las dificultades que se han presentado y comprometido en encontrar soluciones que enriquezcan el camino educativo de la comunidad con amor y devoción. Es por eso que el 23 de mayo del 2013, en el Colegio de San José ubicado en su querida ciudad de Saltillo, se reveló con emotividad un monumento en su honor, forjado en hierro como un gesto de profundo agradecimiento y reconocimiento por su inquebrantable dedicación, tanto en el ámbito religioso como en el educativo. El monumento se erige como un símbolo duradero de su legado, recordando siempre su influencia inspiradora y su papel fundamental en la formación de generaciones de estudiantes.
